FRONTERIZACIÓN

Los procesos a través de los cuales se constituyen, reproducen y naturalizan los límites que delimitan lo que es propio de un estado-nación (territorio geográfico, cuerpo social, historia, etc.), lo que legítimamente le pertenece, frente a lo que no lo hace y se excluye, se borra, se elimina o se incluye diferencialmente, generalmente por medio de la violencia.
Estamos acostumbradas a pensar en las fronteras como líneas estáticas que separan los países. Las fronteras se deshistorizan (se construyen como si siempre hubieran existido); se naturalizan (se construyen como fronteras evidentes entre grupos etnonacionales esencialmente diferentes y existencialmente incompatibles); y se representan como barreras de seguridad (se construyen como necesarias para la seguridad de las poblaciones que contienen y la seguridad de los estados-nación que las hacen cumplir y defienden). Pero esta forma habitual de ver las fronteras es un producto del pensamiento estatal, globalizado en la era poscolonial (de la descolonización formal) en el sistema internacional de estados-nación.
El pensamiento estatal está «completamente inscrito en la línea de demarcación que divide a las personas ‘nacionales’ de las ‘no nacionales'». Es «una forma de pensamiento que se refleja a través de sus estructuras [mentales] […] la estructura del estado, que así adquiere un cuerpo».
Incluso en las investigaciones sobre el desplazamiento forzado y el nexo entre migración y asilo, el pensamiento estatal se expresa a menudo en el nacionalismo metodológico, la suposición de que el estado-nación es el contenedor natural de la sociedad.
Cambiar nuestra perspectiva de ver las fronteras como entidades estáticas con una ubicación geográfica determinada (en los límites de las naciones) a ver las fronteras como un conjunto de prácticas, políticas y relaciones de poder que impregnan nuestras vidas y nos apuntan diferencialmente para la vigilancia, la disciplina y el control, requiere que rastreemos «el desplazamiento territorial y la reubicación de las fronteras y los controles fronterizos que está llevando a cabo cualquier persona en cualquier lugar».
Las fronteras se han militarizado cada vez más en los últimos tiempos. En los últimos veinte años, las barreras fronterizas (vallas y muros) se han multiplicado de tal manera que ahora hay más de cuarenta barreras en las fronteras internacionales de todo el mundo.
La inclusión diferencial se refiere a las leyes, políticas y prácticas que funcionan no para excluir a determinados grupos de personas del espacio nacional, sino para incluirlas como no-nacionales.
El imperialismo fronterizo se refiere a la inextricabilidad de las fronteras contemporáneas a partir de los procesos de imperialismo en curso (incluyendo la esclavitud, el extractivismo, el colonialismo de los colonos, el despojo, el genocidio, el desplazamiento y la violencia sexual).
Las fronteras no sólo facilitan la producción de trabajadoras migrantes clandestinas y temporales, precarias e hiperexplotadas; las fronteras constituyen un sector económico en sí mismo. El «complejo industrial fronterizo» o «complejo industrial de la inmigración» se refiere a «la confluencia de los intereses de los sectores público y privado en la criminalización de la migración indocumentada, la aplicación de la ley de inmigración y la promoción de la retórica ‘anti-ilegal'».
Empleando «la tortura sistemática para borrar la identidad, la agencia y la personalidad de las refugiadas encarceladas», los centros de detención, como los situados en las islas de la Isla de Manus (Papua Nueva Guinea), la Isla de Navidad y Nauru utilizados en el sistema de detención en alta mar de Australia están «arraigados en la colonialidad»: «la política fronteriza forma parte del mismo pensamiento colonial que continúa el desplazamiento, el despojo y la represión de los pueblos aborígenes e isleños del Estrecho de Torres».

En medio de la «crisis de los refugiados» declarada por los líderes europeos en el verano de 2015, la Comisión Europea instituyó una nueva infraestructura de fronteras: para 2016 se crearon hotspots (“puntos calientes») en cinco islas del Mar Egeo (Lesvos, Chios, Samos, Leros y Kos) cerca de la frontera marítima entre Grecia y Turquía; se crearon otros cinco hotspots en las islas de Sicilia (Trapani, Messina, Pozzallo) y Lampedusa, así como en el puerto italiano de Taranto en el Mediterráneo central.

Otros puertos de Italia funcionan como puntos de acceso (Brindisi, Cagliari, Catania, Catanzaro, Cosenza, Crotone, Lecce, Nápoles, Palermo, Reggio Calabria, Salerno, Siracusa, Sassari y Vibo Valentia).

Además de instituir hotspots en sus fronteras exteriores en el Mediterráneo central y oriental, la UE ha aplicado una política de externalización de sus fronteras para controlar la migración. La externalización de las fronteras se refiere a «una serie de procesos mediante los cuales los agentes europeos y los Estados miembros complementan las políticas de control de la migración a través de sus fronteras territoriales con iniciativas que realizan ese control extraterritorialmente y a través de otros países y órganos en lugar de los propios».

La Europa fortaleza es un concepto en disputa que incluye la condena de la política fronteriza del continente y sus fundamentos coloniales racistas (de manera similar, las activistas y académicas anti-fronteras de allí, se refieren a la «Fortaleza de América del Norte», que comprende los Estados Unidos, México y el Canadá).

Los orígenes del término remiten al plan estratégico de Hitler para fortificar la Europa continental ocupada por los nazis (la llamada Festung Europa) contra la ofensiva militar británica. Los neonazis siguen utilizando hoy en día el término con aprobación (en particular en alemán) para indicar su deseo genocida de una Europa «racialmente limpia».

La proximidad entre dos masas de tierra que se mantienen violentamente separadas por un «mar que no termina en la orilla de la tierra» se traiciona en el concepto de Mediterráneo Negro, que se inspira en el anterior relato del Atlántico Negro, o el «continente en negativo» que sustenta la diáspora negra, un espacio producido por los cruces forzados de personas africanas durante la esclavitud transatlántica, así como por la proliferación de culturas negras interconectadas e híbridas que vinculan a África con América del Norte y del Sur, con el Caribe y con Europa, que son parte integrante de la modernidad mundial.
La política No Borders es una visión decolonial prefigurativa que afirma la movilidad como anterior y posterior al sistema del estado-nación y sus instituciones, el capitalismo y sus herencias y perpetuaciones coloniales, y la heteronormatividad reproductiva como el globalizador más antiguo del mundo.
DETALLES DEL ARCHIVO

Nombre

FRONTERIZACIÓN
Tamaño
204 kb
Tiempo de lectura
20 min

Se incluyen estas actividades:
  • La Europa Fortaleza (45 min)
  • Fronteras cotidianas (3h)
  • La lista (5h investigación personal incluida)
  • Manifiesto por una política anti-fronteras (20h investigación personal y grupal incluida)
  • Experiencias de detención vividas (15h investigación personal incluida)

Objetivo: Cambiar nuestra comprensión de las fronteras como «líneas en la arena» a una comprensión de las fronteras como instituciones difusas presentes en nuestra vida cotidiana.

Objetivo: Cambiar nuestra comprensión de las fronteras como «líneas en la arena» a una comprensión de las fronteras como instituciones difusas presentes en nuestra vida cotidiana.

Objetivo: Pensar críticamente en la política de la cuantificación del sufrimiento y reflexionar sobre las posibilidades alternativas para hacer visible la violencia fronteriza.

Objetivo: Familiarizarse con el activismo y la literatura en contra de las fronteras y producir intervenciones críticas.

Objetivo: Desarrollar una comprensión de cómo las experiencias vividas de la violencia fronteriza exceden y disputan las representaciones hegemónicas.

DETALLES DEL ARCHIVO

Nombre

FRONTERIZACIÓN ACTIVIDADES
N° de actividades
5
Duraciones
45 min - 20 h