CONCEPTOS DEL PAR BARCELONA

PROCESO COMÚN DE CONCEPTUALIZACIÓN

Los conceptos Identidad, Racismo estructural y Saberes Decoloniales fueron trabajados por el Grupo PAR Barcelona, conformado por personas autóctonas y migradas, integrantes de Sindillar/Sindihogar y de la Universidad Autónoma de Barcelona. El proceso de conceptualización que aquí presentamos bebe de metodologías participativas, feministas y antirracistas que las integrantes del Grupo PAR hemos desarrollado a lo largo de nuestras trayectorias activistas y profesionales, y que a su vez dan cuerpo al marco metodológico general del proyecto BRIDGES basado en la Investigación-Acción Participativa (IAP).

Diversificar el conocimiento en la Educación Superior a través del involucramiento de la sociedad civil implica para nosotras cuestionar las jerarquías que configuran los procesos de construcción de conocimiento con el fin de fomentar la participación y creación de alianzas significativas. Por ello, uno de los primeros pasos fue discutir sobre cómo este objetivo se lleva a la práctica en el trabajo del Grupo PAR. Acordamos la realización de reuniones presenciales, haciendo especial énfasis en la necesidad de sostener relaciones horizontales y cooperativas, rotando responsabilidades y fomentando el diálogo, la negociación y el acuerdo entre nosotras.

En segundo lugar, en el Grupo PAR Barcelona asumimos el desafío de discutir los principios que rigen la IAP: Participación, Problematización, Reflexividad, Empoderamiento, con el fin de ofrecer una definición situada de éstos. Parte de cuestionar las formas en las que se trabaja en la Universidad tiene que ver con no asumir las definiciones universales y trabajar para aterrizar cómo éstas se relacionan con su contexto de circulación. El hecho de que sean situadas viene a decir que las definiciones están ancladas a un contexto particular e informadas por las experiencias de las personas que componen el grupo. Concretamente, cada principio fue revisado dando cuenta de nuestras concepciones y experiencias previas, las cuales fueron puestas en diálogo con la teoría, lo que nos permitió generar un entendimiento común y localizado del marco metodológico del proyecto.

La problematización consiste en exponer o deshacer la invisibilización de las causas y procesos estructurales que generan la jerarquización de las personas y su subalternización en términos históricos, geopolíticos y de saberes.
La reflexividad es la generación de espacios dialógicos en la diversidad que buscan interpelarnos y poner en cuestión nuestras ideas.
La participación parte de la voluntad de implicarse, pero esa voluntad sólo es posible si existe el espacio que te permite reconocerte y hacerte responsable, empoderarte, reflexionar y que esto solo es posible si te encuentras en un espacio heterogéneo.
El empoderamiento está atravesado por la voluntad y la capacidad de tomar decisiones. Nos empoderamos al problematizar lo que está naturalizado y podríamos decir que es un proceso colectivo, que hay procesos empoderantes, que van acompañados más adelante con asumir responsabilidades, comprometerse, participar. Está implícito en todos y todas pero necesita pasar por un proceso de reconocimiento, poder hablar con las otras historias que están escondidas, reconocerlas para que sean auto-reconocidas. Debería además partir del reconocimiento, en vez de sobre la carencia, la falta, para darle un enfoque apreciativo.

Una vez definido este marco, el abordaje de los conceptos en las reuniones se realizó a través de una dinámica conversacional en la que compartimos nuestras experiencias y conocimientos respecto de los objetivos del proyecto. Después de cada reunión, cada participante rellenó un diario de campo con pensamientos y sensaciones sobre el proceso que iba teniendo. Más tarde, en las siguientes reuniones dedicamos un espacio para compartir dicho contenido y así fomentar la reflexividad del grupo. A través de esto, se fueron hilando los temas principales a trabajar y que se agrupan en los tres conceptos. En base a estas discusiones obtuvimos ideas para los ejercicios que se vinculan a estos conceptos, y que han sido también insumos para profundizar las discusiones. Para acabar, redactamos los conceptos a modo de síntesis, dando cuenta de esos elementos teóricos, experienciales y contextuales relevantes para su definición, propiciando un lenguaje que nos fuera común y que facilitara su circulación a través del Toolkit.

Si bien cada concepto tiene un proceso particular, estos comparten la importancia que dimos en el Grupo PAR a evitar reproducir la frontera entre “académicas” y “activistas”, como si de dos bloques homogéneos y contrapuestos entre sí se tratara, buscando más bien articular la heterogeneidad de trayectorias. Esto permitió que la definición de los conceptos se realizará a través del diálogo entre diferentes formas de saber que para nosotras eran significativas (conocimientos activistas, académicos, experienciales, artísticos, etc.). En ese sentido, es difícil diferenciar entre proceso y definición para nuestro trabajo como grupo, ya que para nosotras una definición crítica debía realizarse poniendo en tensión formas tradicionales de producir conocimiento, vinculando conscientemente proceso y definición desde una práctica problematizadora de la realidad. Así, los tres conceptos comparten la importancia de ofrecer definiciones situadas y útiles para desmontar estructuras de exclusión y proponer alternativas críticas, tanto en la educación superior como en otros espacios de incidencia social.

Por último, así como pusimos puntos en común, reflexionamos y problematizamos como PAR en torno a las definiciones de los conceptos; pensamos también en cuestiones en concreto que necesitamos considerar a la hora de avanzar en el proceso de la creación del tool-kit, especialmente respecto de los ejercicios asociados a conceptos. Desde ahí pusimos a debatir las ideas entre crear puentes v/s derribar muros. Decidimos que era muy importante crear puentes (bridges) de diálogos entre la academia y la sociedad que vive el racismo, las que muchas veces son personas activistas; reflexionamos en torno a las identidades del profesorado, y así surgieron preguntas tales como ¿Hay profesores negros/as en la academia? ¿Hay profesores de Abya Yala? La autorreflexividad, la autoevaluación, el revisar las prácticas, nos parece un elemento muy importante si queremos construir puentes. Y por otro lado, también consideramos necesario interpelar, confrontar, derribar e incomodar, generar la reflexión desde la incomodidad, porque la comodidad genera mucha inercia y la sensación que el racismo está aislado de algunos círculos, tales como la academia por ejemplo. Estas intenciones estuvieron dialogando con nosotras en el proceso y decidimos hacernos cargo de estas como lugar de acción. También desde una necesidad profunda de que estos proyectos sean útiles y generen otras formas de hacer, de pensar y derribar los muros del racismo estructural del que es parte la academia, también como así muchas de las instituciones del saber.

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PROCESO COMUN DEL CONCEPTUALIZACION DEL PAR BARCELONA
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